A mí lo que más me ha llamado la atención es lo siguiente:
Según los ratios de capacidad innovadora que se desprenden del Compendio de Estadísticas sobre Patentes del 2006 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, España tiene una muy débil cultura de protección de la propiedad industrial e intelectual. Así, el ranking hasta el 2003 de las patentes solicitadas en paralelo ante las oficinas europea, americana y japonesa por una misma invención está liderado de forma destacada por Estados Unidos, Japón y Alemania respectivamente. España aparece en el lugar 19, mientras que Italia se encuentra en la posición número 8 y Canadá en la posición 11. La cifra de solicitudes de patentes de Italia es siete veces superior a la de España, y la de Canadá seis veces superior.
Al confrontar estos datos en función del PIB, España cae hasta la posición 24 del ranking de países, mientras que Canadá se encuentra en la posición 18 e Italia en la posición 22. La relación solicitudes/PIB de Canadá es ocho veces superior a la de España, mientras que la de Italia es seis veces superior. En este contexto, cabe destacar que los países que encabezan esta lista son Finlandia, Suiza y Japón respectivamente. También sorprende constatar que estados como Suecia, Países Bajos, Bélgica, Dinamarca, Islandia, Noruega, Irlanda o Hungría se encuentren también por delante de España.
En conclusión, a pesar de que España invierte de forma creciente en I+D, todavía está alejada de las cifras de los países de nuestro entorno líderes en el ámbito económico. Además, contrariamente a otros estados, los resultados obtenidos en I+D no se protegen a través de patentes en la misma proporción que países de PIB similar al nuestro, lo cual a medio plazo puede afectar seriamente nuestra competitividad en una economía del conocimiento globalizada.
1 comentario:
Y yo me pregunto, ¿hasta que punto una patente te protege respecto a tus competidores?
Muchas empresas de nuestro entorno prefieren no patentar sus invenciones porque les resulta más caro hacerlo. De todas todas, el competidor copia el producto de una manera u otra.
Hace poco nos comentaban que pocos meses después de que Irizar diseñara el autobus PB varios jefes de la compañía fueron a una feria a un país asiático y se confundieron de stant porque el autobus era una copia al suyo.
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